Valía la pena, sin ninguna duda, acometer este trabajo completo de restauración, en un cuadro con semejante historia y valor. Hubiese sido una verdadera lástima pintar la bici sin conservar su decoración y diseño iniciales.
Nos la entregaron con bastantes desperfectos de pintura, con desconchones en todos los tubos, especialmente en las zonas de color (tonos corporativos Look), y gráficos. Tuvimos que nivelar las superficies, lógicamente, antes de completar el trabajo de restauración, pintando posteriormente en los diferentes colores originales. Como se puede observar en las fotos el resultado de los trabajos es impecable.
Esta bici de la marca francesa Look era un artículo de lujo y toda una referencia de su catálogo en 1990. Su composición, futurista en aquel momento, era de carbono y kevlar con refuerzos cerámicos. Una bicicleta especialmente rígida y liviana (1,470 kg. el cuadro y 7,380 kg. completa) en esa época. Probablemente la bici, en competición, más ligera del momento.
Este velocípedo tenía una geometría pensada para competir al más alto nivel, y para mover los grandes desarrollos típicos de los 90. Pueden dar fe de las cualidades de esta máquina a pedales ciclistas ilustres como Eduardo Chozas, quien la utilizó formando parte del laureado equipo ONCE.
Todo esto no puede sorprendernos, sabiendo que el gran Bernard Hinault lideró el desarrollo de esta máquina junto a Francesco Moser.
Una bicicleta al alcance de pocos ciclistas, con un precio estimado de casi “medio kilo”, 500.000 de las antiguas ptas. (3000 euros).
Este cuadro es toda una prueba de las bondades y durabilidad de materiales como la fibra de carbono. Su propietario, tras nuestra restauración, podrá seguir disfrutándola durante mucho tiempo…